domingo, 14 de agosto de 2011

Soñar fue proyectar

Gracias porque habiendo estado en tantas partes, siempre me obsequiaste seres que me protegieron, me demostraron su amor y su respeto; me auxiliaron y me dieron orientación.

Gracias Señor por todo lo que me has dado, lo que me has iluminado para defenderme y cuando a mi lado, oyes mis quejas y angustias, con tu presencia, me colmas.

Perdóname por las mil y mil y mil veces que te he fallado y guíame para no incurrir de nuevo, en lo que no te agrade.

Muéstrame Señor, el camino y la misión para la cual me creaste.

Dibuja mientras duermo, lo que me convendrá mañana, para no fallarte.

Déjame sentir tu presencia, porque solo con ella vale la pena seguir viviendo y porque cuando estás cerca de mí, nada me falta.
       Tú, ¡Oh! Señor eres el amor, la abundancia y la paz.       
Tercera entrega.

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