Primera parte:
¿Quién seré yo, Dios mío? Se preguntó y buscó a su alrededor una respuesta.
-¡Buenos días! La saludó la oruga que apenas despertaba en la morera.
-¿Quién eres?
-Una oruga.
-Qué es una oruga?
-La promesa de una mariposa.
-Qué es una mariposa?
-Un capricho del viento hecho colores.
-¡Qué hermoso! Dijo ella.
-¿Y de dónde provienes?
-De la esperanza de otra mariposa.
-Dime, ¿qué es la esperanza?
-Es un acto de fe en lo que vendrá mañana.
-Y ¿Tú quién eres? Preguntó la oruga.
-No sé.
-¿Qué lástima! Dijo la oruga. Ni siquiera eres alguien.
-Y qué se necesita para ser alguien?
-Nada. Solamente saber lo que se es.
-¿Quién seré yo, Dios mío? Preguntó una vez más.
-Eso únicamente lo sabes tú, respondió la oruga.
¡Serás lo que serás! Y se encerró en el capullo a fabricar sus alas.
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