La Iglesia Católica celebra hoy, 4 de agosto, la fiesta del Patrono de los Párrocos.
San Juan Bautista María Vianney o Cura de Ars
Sacerdote diocesano, miembro de la Tercera Orden Franciscana, nacido en Dardilly, en las cercanías de Lyón, el 8 de mayo de 1786.
Coadjutor en Ecully, fue nombrado para atender al pueblecillo de Ars, desde 1818 a 1859. Arduamente se entregó al cuidado de las almas durante cuarenta y dos años.
El celo por sus feligreses y su ministerio en el confesionario, transformaron el pueblecillo de ARS, en centro de peregrinación en busca del Santo. Su indulgente forma de confesar, lo mantenía hasta 18 horas en el confesionario, además de hablarle al Señor para decirle: “…Mi único deseo es amarte hasta el último día de mi vida”
Con motivo de los 150 años del “dies natalis”, de Juan María Vianney, Benedicto XVI instituyó el “Año sacerdotal”, como Patrono de los párrocos el viernes 19 de junio de 2009, cuya fecha solemne, del Sagrado Corazón de Jesús, concluye en la misma fecha, en 2010.
“El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, repetía el Santo Cura de Ars y para exaltar su labor en el ministerio sacerdotal, decía:
“Un día me acosté siendo nada y otro me levanté siendo sacerdote”.
Además de ese humilde y gran santo, podemos recordar a San Alfonso María Ligorio, al entrar al seminario: “Mundo, ya te conocí”. A San Agustín, con “Tarde, te ame!”. A San Francisco de Asis, “Hazme un instrumento de tu paz…”. Al Beato Juan Pablo II, “No tengáis miedo”.
Al Padre Efrem Baldasso, “Cuando oren, antes de irse esperen a ver qué les dice el Señor”.
Padre Limo, “Santo es la persona del común, que todo lo hace bien”.
Padre Carlos, los párrocos no debemos dedicarnos a la administración, sino a llevar la palabra. Los últimos tres sacerdotes, misioneros de la Consolata.
Y me quedaría haciendo muchos comentarios, para destacar sacerdotes que hacen su labor de evangelización con entrega, sin ser de la época del
Cura deArs.
Dedico esta corta reseña a los sacerdotes católicos colombianos que están en la “Misión”. Muy especialmente a los que evangelizan a través de los medios.
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