martes, 19 de febrero de 2013

INICIATIVA CARTA A GARCIA V parte


El hombre que se hace cargo de una CARTA A GARCIA 
y la lleva tranquilamente sin hacer preguntas, y sin la 
intención perversa de arrojarla en la primera alcantarilla 
que encuentre, sin otro objetivo que conducirla a su destino; 
a este hombre jamás se le despedirá de su trabajo, 
ni tendrá que entrar en huelga para obtener aumento de salario. 
La civilización es una lucha prolongada en busca de tales individuos.
-Todo lo que un hombre de esta clase pida, lo tendrá; lo necesitan en todas partes; en las ciudades, en los pueblos, en las aldeas, 
en las oficinas; en las fábricas; en los almacenes. 
El mundo los pide a gritos, el mundo está esperando ansioso el advenimiento de hombres, capaces de llevar la CARTA A GARCIA-
El mundo confiere sus mejores premios tanto en honores como 
en dinero, a una sola cosa:


A la iniciativa. Qué es la iniciativa?
Puedo definirla en pocas palabras: “Hacer lo que se debe hacer, 
bien hecho; sin que nadie lo mande”.
Quien hace una cosa bien hecha que nadie se lo ha ordenado, 
sigue el que la hace bien cuando se le ha ordenado una sola vez, 
es decir, aquellos que saben llevar la CARTA A GARCIA.  
Estos reciben altos honores, pero su pago no guarda la misma proporción. Vienen luego los que obran solo cuando se les ha dado la orden 
por dos veces; no  reciben honores y solo obtienen un reducido pago.
Se encuentran después los que hacen una cosa bien hecha pero 
solo cuando la necesidad los aguijonea; en vez de honores 
reciben la indiferencia y se les paga una miseria. 
Estos emplean la mayor parte de su tiempo refiriendo 
historias de su mala suerte.
Todavía en una escala inferior están los que no hacen nada bien 
aun cuando algún compañero se lo enseñe, y permanece  
a su lado para cerciorarse de que lo ejecuta; éstos pierden 
constantemente sus puestos y pago el desprecio que se merecen, 
a menos que por  suerte tengan un padre empresario o adinerado, 
en este caso, el destino los acecha, hasta recibir un recio golpe.
LA QUIEBRA.
A qué clase pertenece usted?
No podemos, para justificar cualquier caso, aplicar 
el apotegma: "Aptitud suple antigüedad".
¡No al aborto!

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