jueves, 21 de febrero de 2013

La iniciativa es "Sentido común"

CARTA A GARCÍA  VI parte
La escena ocurre en una de nuestras grandes casas comerciales.

Un empleado solicita autorización para presentar una queja
al Director general.

-De qué vamos a hablar...?

-Señor Director, ayer fue nombrado X para ocupar la vacante de Z, y X es 16 años más joven que yo.

El director le interrumpe...

-Por favor, puede averiguar la causa del ruido de la calle?
El empleado sale a la calle y regresa: -Son unos carros,
- Qué llevan?
Después de una nueva salida el empleado vuelve diciendo: -unas bolsas.
- Qué contienen las bolsas? 
El empleado hace otro viaje y contesta: -No sé lo que tienen.
- A dónde van?  
“Ésta es la cuarta salida” y responde: -Van hacia el este.

El director llama al joven X y le dice:

-Por favor, puede averiguar la causa del ruido que escuchamos de la calle?

El empleado X sale y regresa 5 minutos después para comentar que:
- Son 4 carros cargados con bolsas de azúcar; sin parte de las 15 toneladas que la CASA A remite a Mendoza. Esta mañana pasaron los mismos carros con igual carga. Se dirigen a la estación Catalinas, van consignados a...


El director, dirigiéndose al empleado antiguo:


-Me ha comprendido?   AVANCE!
sobre: 
¡No al aborto!

martes, 19 de febrero de 2013

INICIATIVA CARTA A GARCIA V parte


El hombre que se hace cargo de una CARTA A GARCIA 
y la lleva tranquilamente sin hacer preguntas, y sin la 
intención perversa de arrojarla en la primera alcantarilla 
que encuentre, sin otro objetivo que conducirla a su destino; 
a este hombre jamás se le despedirá de su trabajo, 
ni tendrá que entrar en huelga para obtener aumento de salario. 
La civilización es una lucha prolongada en busca de tales individuos.
-Todo lo que un hombre de esta clase pida, lo tendrá; lo necesitan en todas partes; en las ciudades, en los pueblos, en las aldeas, 
en las oficinas; en las fábricas; en los almacenes. 
El mundo los pide a gritos, el mundo está esperando ansioso el advenimiento de hombres, capaces de llevar la CARTA A GARCIA-
El mundo confiere sus mejores premios tanto en honores como 
en dinero, a una sola cosa:


A la iniciativa. Qué es la iniciativa?
Puedo definirla en pocas palabras: “Hacer lo que se debe hacer, 
bien hecho; sin que nadie lo mande”.
Quien hace una cosa bien hecha que nadie se lo ha ordenado, 
sigue el que la hace bien cuando se le ha ordenado una sola vez, 
es decir, aquellos que saben llevar la CARTA A GARCIA.  
Estos reciben altos honores, pero su pago no guarda la misma proporción. Vienen luego los que obran solo cuando se les ha dado la orden 
por dos veces; no  reciben honores y solo obtienen un reducido pago.
Se encuentran después los que hacen una cosa bien hecha pero 
solo cuando la necesidad los aguijonea; en vez de honores 
reciben la indiferencia y se les paga una miseria. 
Estos emplean la mayor parte de su tiempo refiriendo 
historias de su mala suerte.
Todavía en una escala inferior están los que no hacen nada bien 
aun cuando algún compañero se lo enseñe, y permanece  
a su lado para cerciorarse de que lo ejecuta; éstos pierden 
constantemente sus puestos y pago el desprecio que se merecen, 
a menos que por  suerte tengan un padre empresario o adinerado, 
en este caso, el destino los acecha, hasta recibir un recio golpe.
LA QUIEBRA.
A qué clase pertenece usted?
No podemos, para justificar cualquier caso, aplicar 
el apotegma: "Aptitud suple antigüedad".
¡No al aborto!

lunes, 18 de febrero de 2013

Negligencia e indiferencia son pereza


CARTA A GARCIA
IV parte
Conozco a un hombre de facultades verdaderamente brillantes, pero inhábil para manejar sus propios negocios y absolutamente inútil para gestionar los ajenos, porque lleva siempre consigo la insana sospecha de que sus superiores le oprimen o tratan de oprimirlo. Ni sabe dar órdenes ni sabe recibirlas.
Si se enviara con él la CARTA A GARCIA contestaría muy probablemente: 'llévela usted". Hoy este hombre vaga por las calles en busca de oficio, mientras el viento silba al pasar por entre las hilachas de su vestido.
Nadie que lo conozca se atreve a emplearlo por ser un sembrador de discordia, No le entra la razón y sólo sería sensible al taconazo de una bota número 45 de doble suela.
Comprendo que un hombre tan deformado moralmente merece tanta compasión como si lo fuera físicamente; pero al compadecerlo recordemos también a aquellos hombres que luchan por sacar triunfante una empresa, sin que sus horas de trabajo estén limitadas por el pito de la fábrica, y cuyo cabello se torna prematuramente blanco en la lucha tenaz por conservar en su puesto a individuos de indiferencia glacial, ingrates, que le deben a él el pan que se comen y el hogar que los abriga.
Habré exagerado? Puede ser; pero cuando todo mundo habla los trabajadores, así, sin distinción ninguna; quiero tener una frase de simpatía para el hombre que logra éxito; para aquel que, luchando contra todos los obstáculos, dirige los esfuerzos de los otros, y cuando ha triunfado, solo obtiene por recompensa -si acaso- pan y abrigo.
Yo también he trabajado a jornal y me he hecho la comida con mis propias manos; he sido patrono y puedo juzgar por experiencia propia y sé que hay mucho qué decir de parte y parte.

La pobreza no da excelencia por sí sola; los harapos no son recomendación; no todos los patronos son duros y rapaces, ni todos los pobres son virtuosos.


Mi corazón está con aquellos obreros que trabajan lo                                            mismo cuando el capataz esta presente que cuando está ausente.

¡No al aborto!

sábado, 16 de febrero de 2013

Sentido común?


UNA CARTA A GARCIA
III Parte
En cierta ocasión me decía el jefe de una gran fábrica:
Ve usted a ese contador que está allí?

Sí, como no?

Es un gran contabilista; pero si lo envío a la parte alta de la ciudad con cualquier objeto, puede que desempeñe la misión correctamente; 
pero puede ser también que en su viaje se detenga en cuatro 
cantinas y al llegar a la calle principal de la ciudad 
haya olvidado absolutamente a qué iba.
Podría confiársele a un sujeto así la carta a García?

En los últimos tiempos es frecuente oír hablar con gran 
simpatía del pobre trabajador víctima de la explotación industrial,
del hombre honrado, sin trabajo, que por todas partes busca
inútilmente en qué emplearse.
A todo esto se mezclan palabras duras contra los que están arriba, 
nada se dice del jefe de industria que envejece prematuramente 
luchando en vano por enseñar a ejecutar a otros un trabajo que ni quieren aprender ni les importa; ni de su larga 
y paciente lucha con colaboradores que no colaboran 
y que sólo esperan verlo volver la espalda para malgastar el tiempo.

En todo almacén, en toda fábrica, hay una continua 
renovación de empleados. El jefe despide a cada instante 
a individuos incapaces de impulsar su industria y llama 
a otros a ocupar sus puestos.
Esta escogencia no cesa en tiempo alguno ni en los buenos 
ni en los malos. Con la sola diferencia de que cuando hay 
escasez de trabajo la selección se hace mejor; 

pero en todo tiempo y siempre el incapaz es despedido;
“ la ley de la supervivencia de los mejores se impone".
Por interés propio todo patrono conserva a su servicio 
los más hábiles; aquellos capaces de llevar la carta a García.


                                                                               No al aborto

Un buen lector



UNA CARTA A GARCÍA
II Parte
El lector puede poner a prueba mis palabras.
Llame a uno de los muchos empleados que trabajan a sus órdenes y dígale:
"Consulte usted la Enciclopedia (1) y hágame el favor de sacar un 
extracto de la vida de Correggio". Cree usted que su ayudante le dirá:
"Sí señor", y ponga manos a la obra?.
Pues no lo crea. Le lanzará una mirada vaga y le hará una o varias
de las siguientes preguntas:


Quién era él?
En qué Enciclopedia lo busco?
Está usted seguro de que esto está entre mis deberes?
No será la vida de Bismark lo que usted necesita?
Por qué no ponemos a Carlos a que busque eso?
Necesita usted de ello con urgencia?
Quiere que le traiga el libro para que usted mismo busque
lo que necesita?
Diga: para que quiere saberlo?
Y apuesto diez contra uno a que después de que usted haya
respondido íntegramente el anterior cuestionario y haya 
explicado el modo de verificar la información y para qué la necesita,
  el prodigioso ayudante se retirará y buscará otro empleado para 
que le ayude a buscar a "GARCIA" y regresará, luego a informarle 
que tal hombre no existió
 en el mundo.

Puede suceder que yo pierda mi apuesta pero si la ley de los 
promedios es cierta , no la perderé. Y si usted es un hombre cuerdo
 no se tomará el trabajo de explicarle a su ayudante que Correggio 
se busca en la C y no en la K; se sonreirá y suavemente le dirá: 
"dejemos eso". Buscará usted personalmente 
lo que necesita averiguar.

Esta incapacidad para la acción independiente, esta 
“pereza mental”, o estupidez moral, esta atrofia de la voluntad, 
esta mala gana para remover por sí mismo los obstáculos, 
es lo que retarda el bienestar colectivo
de la sociedad. Y si los hombres no obran para  provecho personal,
 qué harán cuando el beneficio de su esfuerzo sea para todos?

Se palpa la necesidad de un capataz armado de garrote.
El temor de ser despedido el sábado por la tarde que es lo único 
que retiene a muchos trabajadores en su puesto.
Ponga un aviso solicitando un secretario, y de cada diez 
aspirantes,
nueve no saben ni ortografía ni puntuación (2). 

Podría esa gente llevar la carta a García?
Notas al margen:
 En aquella época cuando a todos los niños y jóvenes, 
(1) nos hacían leer, tanto en la familia, como en el colegio.

Qué dirán los ejecutivos del siglo XXI amantes de la tecnología, 
que pertenecen de alguna forma a la época 
cuando se educó García?

En esta era que no se lee, no se estudia, no se organiza la vida, 
pero SÍ, dizque todo se PROYECTA…

De a todos sus hijos, amigos, enemigos o compañeros de labor, 
jefes y subalternos a leer la  CARTA A GARCÍA, y todos le 
preguntaran si la encuentran en Internet.

(2) La gente no sabe qué es civismo, es decir, que la CARTA A GARCÍA, cobra actualidad, los empresarios firmando contratos temporales 
de dos y tres meses, lo empleados, fácilmente, perdiendo el empleo,
las mujeres en su mayoría se convirtieron en “cabeza de hogar”,
por aquello de la -liberación femenina-, algunos hombres 
no han podido superar el -machismo-, y niños y jóvenes siguen 
los ejemplos vistos por televisión para practicar el –matonéo-, 
que en la época de GARCÍA se llamaba: la ley del más fuerte.
“Para colmo de penas”, hoy, casi nadie sabe cuál es
El IV Mandamiento.
¡No al aborto!

viernes, 15 de febrero de 2013

Ser diligente ayudaría a la humanidad


RESEÑA DE UN TEXTO
QUE JAMÁS DEBIERA RESUMIRSE

El pasatiempo literario que va a leer usted, amigo, "UNA CARTA A GARCIA", fue escrito de sobremesa, una  tarde, en el corto término de una hora. Pasó esto el 22 de febrero de 1899, aniversario del natalicio de Jorge Washington y en marzo del mismo año ya se había publicado en la Revista "Philistine¨. Fue algo que brotó caliente de mi corazón y lo escribí tras un día gastado en la pesada faena de excitar a infelices sumidos en los limbos de una inacción criminal a que se tornasen hombres auténticos, radiactivos.

“La gente que nunca hace más de lo que se le paga, nunca obtiene pago por más de lo que labora”.  Elbert Hubbard


UNA CARTA A GARCIA
I parte
Hubo un hombre cuya actuación en la Guerra de Cuba, culmina en los horizontes de mi memoria, como culmina un astro en su perihelio.

Sucedió que cuando estalló la guerra entre España y los Estados Unidos, palpose clara la necesidad de un entendimiento inmediato entre el Presidente de la Unión Americana y el General Calixto García.

Cómo hacerlo? Hallábase García en esos momentos sabe Dios dónde, en alguna serranía perdida en el interior de la isla, era preciso su colaboración.

Cómo hacerle llegar un mensaje?

Alguien dice al Presidente:

"Conozco a un hombre llamado Rowan. Si alguna persona en el mundo es capaz de dar con García, es él: Rowan.

"McKinley da a Rowan una carta para que la lleve a García. Rowan toma la carta y no pregunta: ¿En dónde podré encontrarlo?".

¡Por Dios vivo!, hay aquí un hombre cuya estatua debería ser vaciada en bronce eterno y colocarla en cada uno de los colegios del universo.
A los jóvenes debe enseñárseles a vigorizar, templar su ser íntegro para el deber, enseñarlos a obrar prontamente, a concentrar sus energías, a hacer las cosas, "A llevar la Carta a García”.

El General García ya no existe. Sin embargo, habrá -muchos García- y más aun, muchos Rowan en el mundo.


Qué desaliento no habrá sentido todo hombre de empresa, que necesita de la colaboración de alguien, que no se haya quedado estupefacto ante la ineficiencia del común de los hombres por su falta de energía, de diligencia, para llevar a término la ejecución de un acto.


Descuido culpable o negligencia, trabajo a medio hacer desgreño, indiferencia, parecen ser la regla general. Y sin embargo no se puede tener éxito, si no se logra por uno u otro medio obtener la colaboración completa de los subalternos, a menos que Dios en su bondad, obre un milagro y envíe un ángel iluminador como ayudante…



miércoles, 13 de febrero de 2013

Reconciliación, paz y felicidad



Algunas reflexiones para Cuaresma
Tiempo de reconciliación

-Qué causa en el ser humano el pecado, que otros llamamos falta o equivocación?  

Sin que nadie nos lo dijera, ocasiona
profunda culpa y dolor, éstas a su vez, pueden convertirse
en enfermedad, dolor, confusión, fragilidad, malestar, duda,
debilidad de carácter, inconformidad, resentimiento
y vacío interior.

-Por qué de lo anterior?

Porque la voz de la conciencia es lo único que no
PODEMOS CALLAR, nos habla durante la vigilia
y aun mientras dormimos.

-Cuál es la falta de paz interior y felicidad?

La ausencia de reconciliación.
Tan fácil es volver a esos estados, con solo perdonarnos y
perdonar, dar y pedir disculpas. Se allana lo que creemos un gran obstáculo, un largo camino, una ancha brecha.

-Cuál es el medio?

El más sencillo es tomar la decisión de reconciliarse con Dios,
y con nosotros mismos, cuya disposición, abre, de hecho,
una puerta a la esperanza…
La alimentamos de contrición de corazón y la fortalecemos
en el propósito de la enmienda.

Buscar el templo y un confesor .

-Pueden surgir inconvenientes en este proceso?

Sí, obvio, el mal nunca se da por vencido, es cuando tenemos
que luchar y con constancia vencerlo.
Podemos fortalecer nuestra decisión con oración,
desiertos y abandonos.

-No entiendo este lenguaje…

Orar es hablar con Dios, en el silencio.
Desierto es propiciarnos soledad o aceptar adversidades y
Abandono es la entrega al Señor, de nuestra culpa,
implorando Su Presencia.

Dios nos hizo a imagen y semejanza de Él, nosotros nos encargamos
de deformarla, damos entrada al mal que deja huella
y crece en nuestra alma.

Pero Dios es amor y el verdadero amor, trae felicidad
a un corazón humilde.