Te conservarás joven mientras te mantengas
sensible
a lo bello, bueno y grande.
Eres tan joven como tu fe, tan viejo como
tu duda,
tan joven como tu esperanza, tan viejo como
tu abatimiento.
La juventud no es un período de la vida, es
un estado de ánimo,
una victoria del valor, ante la timidez del
riesgo, de la ventura
sobre la comodidad.
No se hace uno viejo por haber vivido
muchos años;
se hace uno viejo por haber defraudado su ideal.
Si un día tu corazón fuera a ser mordido por el pesimismo,
y roído por
el cinismo,
que Dios tenga misericordia de tu alma… de viejo
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