sábado, 8 de octubre de 2011

Actitudes de cambio



Las actitudes determinan las emociones, y éstas los sentimientos que hacen que nos sintamos bien o mal.
Nos sentimos alegres, tristes, enojados, inseguros, avergonzados, motivados.

No permitir a los sentimientos controlar las emociones para que ellas no nos controlen a nosotros, saber que hay equilibrio.

Las tareas o labores que realizamos deben hacernos sentir bien.
Sonreír y realizar lo que nos hace felices, sin lastimar a los demás.

Lamentarnos es quedaremos en el pasado, “Quien coge el arado y mira  atrás, no avanza”, dice el Señor.
Quejarnos nos hace sentir tristes, inconformes: por “lo que pudo haber sido y no fue”.

Llegado un momento adverso, una experiencia de aridez, reflexionarlos con madurez que es perseverancia para llevar un proyecto a feliz término, a pesar de los obstáculos.

Con madurez controlamos la ira y allanamos las diferencias sin violencia. Madurez es la humildad y el valor de reconocer cuando se está equivocado y si la razón está de nuestra parte, no mostrar la satisfacción para decir: “Yo lo advertí”.

Madurez es tomar una decisión y sostenerse en ella; es el arte de vivir en paz cuando las circunstancias así nos lo presentan.

Paciencia, es libertad de rechazar un placer momentáneo en aras de la felicidad.

Constancia, es vencer las derrotas, es la capacidad  para enfrentar las adversidades y frustraciones, sin lamentarse.

Recopilación del Boletín de Voluntariado hospitalario de la salud  Seccional Cundinamarca, 1978, cuando para la salud aun había humanidad y evangelización.

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