En la amenaza
de perder tu empleo, no cabe duda que la angustia aflora, bajas la autoestima y
debilitas tu carácter. Puedes descuidar tus funciones, tomar una actitud de
fragilidad y/o estar a la defensiva. No
te conviene.
Lo más
importante es hacer caso omiso de cargos, juicios e intrigas laborales. Si te
han difamado, perdona. Ora por los presuntos seres que han rebajado su
identidad para tomar ventaja sobre tu personalidad.
Coloca
valoración en la individualidad de tu persona y actúa con honestidad y
equilibrio. “Cuando no debes nada, no
tienes nada que temer”. Aplica a toda prevención el adagio de Juan XIII: “Jamás
me agaché a recoger la piedra que habían lanzado contra mí”.
Llénate
de alegría y pasividad e intensifica el amor propio. No des explicaciones
a falsas acusaciones, ni bajes la guardia de tu carácter.
a falsas acusaciones, ni bajes la guardia de tu carácter.
Ten
firmeza de corazón y abandónate en la
Gracia de Dios. Porque “La verdad nunca está oculta, a pesar
del tiempo” y pese a la angustia que despierte la
infame situación laboral, tu honestidad estará por encima
de quienes hayan querido hacerte daño.
infame situación laboral, tu honestidad estará por encima
de quienes hayan querido hacerte daño.
Si eres
capacitado y eficiente, despiertas envidia en el entorno y si te faltan las
dos, eres ineficiente.
Tener
logros y ganar exitosamente es un testimonio de tu proceder y será tu única
defensa ante tu propia conciencia, tus hijos y tus padres, si tienes seguridad en ti.
En
cuanto a la pérdida del empleo, lo calificativo y cuantitativo es el daño moral
que se causa a la persona, el perjuicio laboral en la hoja de vida, el
desequilibrio prestacional y la inestabilidad familiar.
Si la
disculpa es que “están en reestruturación de personal”, no les creas. Sal de allí.
¡Sálvate! Se abrirán puertas con mejores
oportunidades.
Los
malos entendidos se presentan en cualquier empresa del mundo, pero en Colombia,
es una táctica empresarial, para -quien no vende el alma-, pues los
antivalores son el fuerte, el poder y el engaño al gobierno de turno.
Para
esta gente el único que los combate es Dios.
Toma fortaleza en el Salmo 91 y 23.
Sugerencia: Sé siempre
“diligente y justo”,
es tu paga moral
y el estímulo a tu amor propio.
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