Remembranzas de infancia
Unos diciembres cargados de potajes y postres que
preparabas
para adornar nuestra mesa de cedro, con mantel blanco y florero;
se destilaba elegancia y etiqueta.
para adornar nuestra mesa de cedro, con mantel blanco y florero;
se destilaba elegancia y etiqueta.
Con la "Cena de Navidad", -comenzaba la
celebración de tus cumpleaños-.
Ajiaco Santafereño acompañado con pan francés, presa
de gallina
y deliciosos postres, que escogíamos al gusto.
Si no fuera ajiaco, eran tamales con chocolate,
garulla, pan francés,
mantequilla, queso,
un tanto que impedía al posillo la suficiencia,
para tanta harina.
A tu irónica
pregunta de: "Postre no quieren",
el unísono, "Síii”, que coreábamos hacía que apartáramos algunos comestibles,
el unísono, "Síii”, que coreábamos hacía que apartáramos algunos comestibles,
para entonces,
recibir el tan deseado postre. Arequipe, el más apetecido;
arroz de
leche o de mora, ambos si fuere posible; dulce de durazno,
brevas,
uchuvas, papayuela, “postre colombiano o manzanas acarameladas”,
tus preferidos, y natilla blanca.
Por esas décadas, en casa era la tradicional “cena
santafereña”,
aun no se había importado los buñuelos del Valle y
del Tolima,
ni la natilla color caramelo.
Debajo de
la almohada "los regalos del Niño Dios"...
La ropa
que debería usar durante el año escolar; la que no había pedido...
- la bicicleta y los patines - algún día.
Así año tras año, donde al abrir
los
paquetes de vistosos colores, no causaba
alegría sino rabia.
Otros diciembres, aquéllos menos amplios, los que
dejaban el amargo
sabor de una ilusión frustrada, con la puerta abierta a la esperanza
del 6 de enero, fiesta de los Reyes Magos. Así se cerraba mi espera,
porque era una trunca promesa que no daba paso al reclamo.
sabor de una ilusión frustrada, con la puerta abierta a la esperanza
del 6 de enero, fiesta de los Reyes Magos. Así se cerraba mi espera,
porque era una trunca promesa que no daba paso al reclamo.
Llegabas con cuadernos, forros, colores; útiles escolares que suplían
los sentimientos esperados y hacían aflorar los
encontrados,
tal como los actuales "virus" en los programas de sistemas.
tal como los actuales "virus" en los programas de sistemas.
El 25, día de tu onomástico, imborrable fecha!
Recuerdo tus palabras como si no vinieran del ayer
de los años,
sino de, las
horas del ayer...
Tus manos llenas de paquetes para la cena, en papel
común y corriente,
ausente de cintas, festones y estampados y que
nuestras inocentes miradas, buscaban
para adivinar la sorpresa...Aquella promesa del regalo de los
" Reyes Magos", que alimentaba la
esperanza de un milagro!
Sí, a tu bolsillo le era posible dabas obsequios, con
la sonrisa optimista,
que tus labios dibujaban y tu mirada traicionaba;
nos hacías creer
en la visita de esos tres extraños seres...
Lo hermoso llegaba en el mes de enero con nuestras
largas
Emotivas e inolvidables vacaciones.
¡ G r a c i a s m a d r e !
Aquí queda mi leal amor por ti, en este añorado
episodio que alimenta
mi alma y sepulta
los pensamientos del ayer.
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