La cuna de los niños, no es un mueble, un moisés, un coche, una hamaca,
unos
brazos…
Debe ser el corazón mismo de la madre!
El amor materno es una afirmación incondicional
de la vida del niño
y sus necesidades.
El amor materno inculca en el niño el amor a la vida, y no solo
el deseo de
conservarse vivo”.
Simbolismo bíblico:
”La tierra prometida”,
tierra símbolo materno;
se describe como “plena de leche y miel”. “La leche es
el símbolo
del primer aspecto del amor, el de cuidado y afirmación.
La miel
simboliza la dulzura de la vida, el amor por ella y la felicidad
de estar
vivo”.
La mayoría de las madres son capaces de dar
“leche”, pero solo unas
pocas pueden dar “miel”. Para estar en condiciones de
dar miel
y ser una “buena madre” debe ser una persona feliz –y no son muchas
las que logran alcanzar esa meta. No hay peligro de exagerar
el efecto sobre el
niño”.
“El amor de la madre a la vida es tan contagioso
como su ansiedad.
Ambas actitudes ejercen un profundo efecto sobre la
personalidad
total del niño; indudablemente, es posible distinguir, entre los
niños
–y los adultos- los que solo recibieron “leche” y los que recibieron
“leche y miel”.
Y es precisamente por su carácter altruista y
oneroso que el amor
materno ha sido considerado la forma más elevada de amar,
y
el más sagrado de todos los vínculos emocionales.
“Con el recién nacido y en
sus cuidados, a pesar de que no “obtienen”
sino una sonrisa o una expresión de
satisfacción en su rostro,
la mayoría de las mujeres son felices”.
“Cuando el niño está en el proceso de
crecimiento y separación,
la madre debe ser generosa y capaz “de dar todo sin
desear nada,
salvo la felicidad del ser amado”.
“La mujer que es capaz de amar mientras su hijo
es pequeño,
será una madre amante, y aceptará la separación
–y aun después de
la separación seguirá amando”.
“Existen factores psicológicos específicamente
humanos que determinan
este tipo de amor maternal.
"El llanto de un recién nacido es la única forma para comunicarse.
Lo más importante para la mamá es poder interpretarlo.
El animal más indefenso al nacer, es el hombre".
¡No al aborto!
"El llanto de un recién nacido es la única forma para comunicarse.
Lo más importante para la mamá es poder interpretarlo.
El animal más indefenso al nacer, es el hombre".
¡No al aborto!
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