Aprendí en una noche de desvelo que puedo cambiar mi vida
de un día para otro, si me lo propongo con fe y “autoestima”, por ello me he
levantado directamente a compartir esta experiencia contigo.
Todo en –tiempo presente-
Dios es Omnipresente y obra en ti el cambio maravilloso que
buscas.
Resumo lo que, como un ejemplo, pongo en tus proyectos,
ambiciones y necesidades que son diferentes a las mías:
I)
Afirmaciones
- "Me amo y me apruebo", todas las
veces que puedas y quieras.
- "Merezco lo mejor, y lo acepto
ahora mismo".
- "Confío en que el proceso de la
vida me da lo que es mejor para mí".
Las afirmaciones organizan tu mente.
Ejemplo: Nuevas relaciones de
amor, obtener un empleo o cambiarlo.
Un lugar donde vivir, como te guste
y quieras;
oportunidades y proyecciones.
II) Merecimientos
Te aseguras de merecerlo y
si surge la duda, repites: “ Renuncio a la pauta que en mí está creando resistencia a mi propio bien”. Hazlo con énfasis por las veces que
necesites, hasta que sientas que aceptas el merecimiento:
>lo
merezco, lo merezco, lo merezco <, según lo que sea…
Lo anterior es mucho más efectivo cuando estamos seguros de
ser: cuerpo alma y espíritu. Que hay un ser Superior y una voluntad Divina.
Cuerpo.- Nutrirte sanamente y bien
– tu peso se equilibra, tu apariencia mejora y aflora la buena salud.
- Vistes tu cuerpo para bien tuyo y de tu apariencia.
– Estás aceptándote, “me amo”.
- Como ejercicio, practica lo
que te gusta – fortaleces tus huesos,
te mantienes jovial, acrecientas tu felicidad.
Alma. Mente.- Orar es una necesidad del alma.
Meditar es conectarte con Dios.
Ejemplo: sentada inhalas = convencimiento, proyección, fe;
exhalas = lo que te incomoda, no quieres, no
soportas.
Tantas veces cuantas quieras y
puedas.
- Tu cuerpo está relajado,
entonces ahuyentas los pensamientos,
los monólogos interiores.
- Repite lo que está en I
Afirmaciones y II merecimientos.
III) Campo espiritual
Oración, meditación. Buscar
conectarte con la Fuente Superior,
Dios.
- Práctica de agradecimiento.
Desde que te despiertas hasta
que te acuestas, agradeces lo que ves, recibes, comes, posees, el trabajo, lo
que aprendes y respiras. Todo.
Durante todo el día y a cada instante.
- Práctica del perdón: Del pasado
y el presente.
Hacia personas, circunstancias,
imprevistos, TODO, todo.
- Práctica del amor:
Con respeto, sin condiciones, reservando lo que quieres y/o necesitas.
Observaciones:
Asimila las orientaciones y sugerencias de esta reseña del
libro “Usted puede sanar su vida”, de Louise L Hay,
que de forma recopilada te comparto.
Sé diferente, cambia los
hábitos que no te dejan crecer, sé feliz.
No olvides jamás que Dios es
paz, abundancia y felicidad, recibe de Él cuanto creó para la humanidad.
Dios habita
en ti y nos ama tanto, que sus bendiciones obran los milagros que nosotros
permitimos que
florezcan, para transformar nuestra
espiritualidad, vida y proyectos.
Ten fe. Ámate, cree en ti.
Sigue lo que te haga sentir
<l i
b r e> en paz y feliz.