Cuando contamos con un buen vecino no son
necesarios los amigos…
Los incondicionales vecinos no exigen nada,
mas en cualquier emergencia,
están atentos a auxiliarnos, servirnos y
apoyarnos, son nuestros mejores
amigos y no los denominamos así…
Lástima que la gente vecina, amante de las
mascotas no opten por
la
Ecología, cual es el amor y cuidado de la naturaleza,
sino que hayan optado por la zoolatría.
Se ha puesto de moda ocupar los jardines de
nuestros vecinos con los desechos
de nuestras mascotas, lo que hace una grave
falta de respeto y ética
hacia nuestros conciudadanos más cercanos.
La actual situación deja tranquila e
indiferente a la persona que lo acostumbra, pero causa irritación, mal estar y
preocupación a quien le han invadido
su jardín con una indeseable basura.
En
el civismo de hace unos años, cuando existían los valores,
no
se discurría respecto del manejo de mascotas, como hoy,
que
vivimos en la era de los “antivalores”.
Debemos
tocar este asunto para quienes tienen mascotas y reclamar
el
respeto hacia sus más cercanos, oportunos e incondicionales
amigos,
los vecinos.
No
aprovechemos el espacio público de los jardines ajenos para
que
nuestras mascotas dejen sus desechos, pues ahí, justamente ahí,
comienza
el cuidado de la naturaleza y la vista que ofrece
al
paso de los transeúntes.
Un
jardín bien cuidado, invita a quienes lo ven, que se detengan
a
disfrutar de una pausa activa de armonía, y a imitar el cuidado
de
las plantas florales, para que la Ecología tenga
un
doméstico inició del cuidado del planeta.
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