Son
las personas escogidas para la práctica de la protección a los
Ciudadanos,
nos protegen de los desmanes de otros
semejantes
que no guardan civismo y normas.
Hombres que comprometidos con las instituciones, llevan una vida
disciplinada
de reglamentos, que facilitan el amparo
de
nuestro diario vivir.
En
los momentos de conflicto, su vida está amenazada por el cumplimiento
a
la institución gubernamental, al pueblo y a la patria.
Se
ha deshonrado su deber, lo que no puede generalizarse, pues gracias
a
ellos, podemos transitar por las calles, disfrutar de los lugares de recreación
y tener privacidad en nuestra vivienda.
Las personas del orden público, tanto de la
Policía, el Ejército, la Aviación
y la Armada que prestan servicio invaluable
a la sociedad y al Gobierno.
Merecen consideración y respeto, además de
apoyo cuando necesiten respaldo,
en los momentos que los huelguistas se
disfrazan, ocasionando marchas que terminan con desmanes y violencia.
Debemos acatar su disciplina, especialmente cuando nos quieran proteger
en lugares públicos como los estadios de
fútbol y universidades públicas, verdaderos focos de subversión y desatino.
Hace
décadas existe la Defensa civil, que sin pertener a las Fuerzas Militares,
Auxilia,
ampara y participa de las necesidades que tenemos en el país.
Se
desplazan por el territorio nacional para dar apoyo a las fuerzas del Orden.
Otro cuerpo que no es militar, son los
Bomberos.
Su servicio es incalculable y protegen la vida
de los colombianos,
cuando se presentan tragedias, incendios, rescates
e inundaciones.
Ellos tienen muchos deberes para con los ciudadanos.
Fuente de apoyo, Manual de Urbanidad de
Don Miguel Antonio Carreño
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