viernes, 1 de agosto de 2014

 Hoy, un día tétricamente frío...
De aquellos inolvidables días 
que cobijaron por un tiempo, mi solitaria niñez; 
ésos que hicieron de mi corazón una esponja y de mi 
alma un pañete de fragilidad.
Este día que recuerda no solo los húmedos y grises días
en la casa de la calle 5ª, sino que llenan de remembranzas,
mi perturbada e impotente alma en las últimas
horas de mi madre…
Riega mi ser para recordar la “disciplina del alma”. 
Tengo que domar:
Dos halcones, por ojos,
dos águilas, por manos,
dos conejos, por pies,
un asno, por cuerpo,
un león, por corazón, 
una serpiente, por lengua.
San Lorenzo
Disciplina del alma




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