sábado, 26 de julio de 2014

Jesús y sus abuelos San Joaquín y Santa Ana

-Hoy debiera ser el día de los abuelos- 
Conocí dos, de mis cuatro abuelos y fue enriquecedor.
Por el lado de mi abuelito Atanasio, la clase y el respeto,
por mi abuelita Susana, la autoridad y disciplina. 
Mi madre tuvo como cuarenta nietos y de todos dió fe.
Yo, jamás soñé cuando sería abuela…
Al enterarme, comprendí que grandes responsabilidades
estaban por llegar.
Por ello, puse mi inquietud en tus manos.
Recordé que dices:
“Vengan a mí quienes estén agobiados, porque mi carga
es ligera y mi yugo liviano”. Después me desentendí...
Simplemente me llené de ilusión y, te pedi: 
Altura para tratarla y fortaleza para los retos que la vida 
me fuera mostrando. 
Me refugié en tu Presencia.
Susana también ha tenido su oportunidad  
Gracias Señor, por Isabela, por sus caricias y sus risas,
gracias porque tu Luz se refleja en los momentos que compartimos. 
Dios! No me abandones jamás, permite que pueda proporcionar l
o mejor de mi actual edad, en la integridad del proceder. 
Te confieso Señor, que no me cuesta nada cumplir la misión,
que me diriges; la ternura que alimentas,
la prontitud que orientas; la fortaleza que me regalas;
la Luz que me prodigas.
No está Isabela por delante de Ti, mi Señor amado,
sé que es el instrumento para que yo me acerque a Ti
y cumpla la misión de tu mandato. 
Padre dirígeme, lléname de Ti para no fallarte,
para hacer rectitud a tus deseos, dame fuerza espiritual.
Solo quiero Señor oír tu voz y obedecerTe. 
Ayúdame a despejar la huella de la preocupación
en los surcos de mi rostro.
Ampárame Señor, para que mi amor por Isabela
jamás sea empañado.

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