domingo, 8 de diciembre de 2013

Meditación en sueños IV

¡Señor!
He completado otro ciclo… Cuando Tú lo dispongas

Dolor…
Aquel cuando mis amigos también dudaron de mí,
como Tomás, Contigo… y débiles o firmes continuaron
dándome en su aprecio, valor.
Sé que habré cometido garrafales errores, ellos involuntarios,
los basé en mis mejores intenciones, todos,  
con antelación de tu permiso.


Si el juicio es tuyo Señor nada me 
queda por decir, me juzgarás
donde no hay tiempo ni espacio, 
donde no habrá descargos,
ni explicaciones, ni dudas, nada, 
nada, porque  
el juicio divino es verdadero.

Sabré que aquí, mis jeques, zaques 
y zipas, tuvieron la razón.

Allá solo tu razón será verdad!
Un favor más alma mía, mi 
Señor Amado, déjame bendecir a todas
las niñas que creyeron en mí, 
a los contados chicos que siempre
respetaron mi afán por educarlos 
y forjar para ellos un futuro decente.
Permíteme que bendiga a mis compañeras que envidiaron
mi sincera forma de proceder; a las que egoístas, me hicieron
superarme y perfeccionar mi clase; a las niñas que en una mirada
y con sus oídos abiertos bebieron mis frases,
mis orientaciones, mis enseñanzas.

Lléname de Ti para que jamás deje de enseñar y déjame oír tu voz
para seguir por el sendero armónico de la vida llena de paz!
Permíteme merecer la tibia luz de tu piedad y el perdón
de tu misericordia y, al final no triste, ni oscura, ni fría,
una firme parada en la meta final de mi existencia.

¡No al idealismo de género, atenta contra la humanidad.

No al aborto, no a la guerra!
…Memorias, marzo 8, 2007

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