DIOS ME DIO, NO SOLO LA VIDA… I
y ángeles que me protegieran y amaran.
Mi mejor ángel, después del Ángel Custodio,
mi madre Susana, quien me dio amor,
ejemplo, FE y sabiduría.
Mi padre, quien a pesar de mis presunciones,
me regaló su sangre,
aunque mi RH, "A positivo", sea el de
la sangre de mi madre.
Mi abuelita Susana, confirmó mi fe,
al ser mi madrina.
Mi abuelito Atanasio,
cuyo ejemplo de rectitud,
marcó mi personalidad.
Sentí por él la gratitud de nieta,
al enterarme que crió a mi madre
y fue su mejor tutor, el más honesto
de los seres que he conocido.
Mis tíos Marcos, Miguel, Soledad y Lucila,
me obsequiaron su respeto y admiración,
así ayudaron al crecimiento de mis actitudes de hija.
Mis hermanos Blanca, Luis, Daniel,
Cecilia (q.e.p.d.), Guillermo*, Arturo y Teresa,
han sido seres que me han
–querido-, no amado.
Mis sobrinos, especie de pre-hijos,
despertaron en mí un supremo amor por los
niños, que indefensos,
no tenían voz ni voto, a esa época.
A Todos ellos los acuné, les di el mejor
contacto que se puede dar a un infante,
la ternura, la autoridad y el primer
escalón a la cultura.
Algunos de ellos, casi todos,
han estado ahí en mi corazón.
Unos, en un lugar más privilegiado
por su estilo de vida,
por el acatamiento al buen ejemplo,
y otros, aquellos que no asimilaron
y cuya ingratitud
radicó en la indiferencia,
los he desplazado, quedándome
con los recuerdos de
infancia,
para seguir amándolos.
¡No a la guerra, ni al aborto!
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