miércoles, 22 de enero de 2014

Reflexión y consuelo

Jugando a la poesía, años ha...
No sé cuánto me creas, no sé de tus afectos,
 ignoro lo que guarda tu infantil deseo…
de pronto no sea tarde leer este consuelo!

Fue su amor en diferente arrullo!
Aquel que cobijó mi atribulada alma por el sueño perdido, 
del primero...
Se convirtió en aliento de mi vida, en mi única ilusión,
 de ave y tormento!

Era la causa del amor fallido y el cristal transparente 
del fundido anhelo.
Cómo le amaba…
La luz de sus pupilas iluminaban mi rostro compungido y deshecho.
Convertíase mi clima en horizonte  y el corazón,
 gritaba enloquecido…aquel hecho.


El arco iris tornábase empañado y oscuro, al escuchar el llanto 
de mi tierno velo.
Así creció, arrogante y soberbio…y, poco a poco su calor 
tornóse en hielo.
Al caer la lluvia que suaviza el viento, como una gota fría, 
regresa, mi ángel, nuevo.

Dábale  libertad, para que su albedrío creciera 
como en mi, su sueño.
Me equivoqué! una y mil veces, como raudo el tiempo.

Pronto, centímetros pasaron mi pequeño cuerpo,
 cuando menos pensé, mi metro y medio.
No le crecieron tanto sus quilates, como abundaran tanto 
sus empeños.

Se perfila el amor, porque la cuna, aun es el sendero.
El tiempo pasa, no regresa a buscar la huella, 
que dejara mi adorable sueño!

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