Armonía entre mente, cuerpo y
espíritu
En cada uno existe la posibilidad de una vida plena.
Si estamos vivos, debemos agradecer tener un nuevo día,
otra oportunidad,
llenarlo de amor y entusiasmo, proyección e ilusiones,
retos y luchas.
Nuestros
pensamientos invitan al bienestar,
a ser capaces de amarnos y perdonar.
a ser capaces de amarnos y perdonar.
Si logramos ser de alma sencilla, encontraremos en nuestro
corazón la sensatez y sabremos tolerar la incomprensión de los intransigentes,
los golpes y las exigencias de los que mandan y el tiempo desperdiciado-aparentemente-
en atender a quienes presionan, porque amar la vida es aceptarnos, tener
dominio de nosotros mismos, sin descuidar a quienes necesitan de nuestra
atención, que llamaremos misericordia.
“la verdadera sencillez es la señal del alma
enérgica, que se domina”.
Si nos dejamos afectar nos deprimimos
o parecemos
indiferentes,
egoístas.
Entenderemos que hay un ser
superior llamado Dios, cuya
abundancia de amor, buena parte de la
humanidad, desconoce.
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