lunes, 3 de febrero de 2014

Peregrinaje con techo y suelo VII

PORQUE LAS MEMORIAS SON HISTORIA,
CUANDO SE ESCRIBE LA VERDAD 
Santy estudiaba en el Rosario en 1982 y viajaba 
con mi amor, todos los días, hasta finales de 1984, 
pues en 1985, viajábamos los cinco a Bogotá 
y las niñas, fueron matriculadas en Los Tres Ositos, 
de María Emilia.

Esta hermosa y sólida experiencia duró 10 años, 
exactamente, hasta la venta de la finca, con cuyo 
dinero compramos nuestra segunda casa. 
-      A la necesidad de seguir protegiendo a 
nuestros hijos, nos hace regresar a Bogotá, 
en Modelia, al apartamento del señor Gamaliel, 
hasta finales de 1991.
Logramos vender la finca, tres 
años más tarde. 
Providencialmente, como un oasis en el desierto, 
obtuvimos la casa donde me has cubierto y 
amparado de todo, Susana no es un habitante 
más, es SUSANA.
Han pasado los cortos 
43 años de la vida de 
hogar y familia, con 
“altibajos” y variantes, 
caminando, 
CONTIGO DE LA MANO!





Feliz en una casa que hemos
administrado, con lucha, 
Jairo y yo, para 
nuestros hijos; dónde 
los pasos y carreras de
 Isabela la hacen más linda, 
luminosa y pequeña.

Aquí, Señor, 
dónde cada instante de 
mi vida transcurre recordando 
que –nada merecemos-…
“Que la hoja del árbol no se 
mueve “sin tu voluntad”.
Aquí dónde he podido reflexionar 
que, de los treinta y más "techos"
que me has prodigado, otros seres, 
no han tenido. 
Aquí, dónde aun respira mi corazón, 
la presencia de mi madre.
Aquí dónde tendré en cuenta que al dejar este mundo,
cuando lo dispongas, -si los debo recorrer con mi alma, 
ya los recorrí con mi mente, corazón y memoria. 
Aquí, dónde me has hecho conocer que Susana
 es grande, dónde no he tenido la paciencia de 
caminar con ella. 
Aquí, dónde me has acercado a Ti! Dónde la paz 
envuelve mi corazón. 
 
Susana e Isabela ocupan armoniosamente mi vida; 
la rutina no existe gracias a ellas, que llenan todos los 
espacios y envuelven el tiempo que se va…*, 2014.



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