miércoles, 5 de febrero de 2014

Sé práctico

"Observa el Arco Iris, y mantén lozana tu mente".

Cuando me dicen que soy demasiado viejo para 
hacer una cosa, procuro hacerla enseguida. 
– Pablo Picasso
El arte de envejecer es el arte de conservar alguna 
esperanza. – André Maurois

El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un 
pacto honrado con la soledad. – Gabriel García Márquez
Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. Ingmar Bergman
La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, 
pero con mucho más esfuerzo. – Jean-Louis Barrault

La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, 
sino que uno no es joven. – Oscar Wilde
La vejez es un tirano que prohíbe, bajo pena de muerte, 
todos los placeres de la juventud. – François de la Rochefoucauld
Muchas personas no cumplen los ochenta porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta. – Salvador Dalí

Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar 
incesantemente en que nos hacemos viejos. 
                                    – George Christoph Lichtenberg

Vieja madera para arder, viejo vino para beber, 
viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer. 
                                         – Sir Francis Bacon

            Envejece el cuerpo, no el corazón, 
mucho menos el espíritu. 
ASÍ MISMO, SE ENVEJECE PARA HABLAR CON SABIDURÍA.
                                                                                  





lunes, 3 de febrero de 2014

Peregrinaje con techo y suelo VII

PORQUE LAS MEMORIAS SON HISTORIA,
CUANDO SE ESCRIBE LA VERDAD 
Santy estudiaba en el Rosario en 1982 y viajaba 
con mi amor, todos los días, hasta finales de 1984, 
pues en 1985, viajábamos los cinco a Bogotá 
y las niñas, fueron matriculadas en Los Tres Ositos, 
de María Emilia.

Esta hermosa y sólida experiencia duró 10 años, 
exactamente, hasta la venta de la finca, con cuyo 
dinero compramos nuestra segunda casa. 
-      A la necesidad de seguir protegiendo a 
nuestros hijos, nos hace regresar a Bogotá, 
en Modelia, al apartamento del señor Gamaliel, 
hasta finales de 1991.
Logramos vender la finca, tres 
años más tarde. 
Providencialmente, como un oasis en el desierto, 
obtuvimos la casa donde me has cubierto y 
amparado de todo, Susana no es un habitante 
más, es SUSANA.
Han pasado los cortos 
43 años de la vida de 
hogar y familia, con 
“altibajos” y variantes, 
caminando, 
CONTIGO DE LA MANO!





Feliz en una casa que hemos
administrado, con lucha, 
Jairo y yo, para 
nuestros hijos; dónde 
los pasos y carreras de
 Isabela la hacen más linda, 
luminosa y pequeña.

Aquí, Señor, 
dónde cada instante de 
mi vida transcurre recordando 
que –nada merecemos-…
“Que la hoja del árbol no se 
mueve “sin tu voluntad”.
Aquí dónde he podido reflexionar 
que, de los treinta y más "techos"
que me has prodigado, otros seres, 
no han tenido. 
Aquí, dónde aun respira mi corazón, 
la presencia de mi madre.
Aquí dónde tendré en cuenta que al dejar este mundo,
cuando lo dispongas, -si los debo recorrer con mi alma, 
ya los recorrí con mi mente, corazón y memoria. 
Aquí, dónde me has hecho conocer que Susana
 es grande, dónde no he tenido la paciencia de 
caminar con ella. 
Aquí, dónde me has acercado a Ti! Dónde la paz 
envuelve mi corazón. 
 
Susana e Isabela ocupan armoniosamente mi vida; 
la rutina no existe gracias a ellas, que llenan todos los 
espacios y envuelven el tiempo que se va…*, 2014.



domingo, 2 de febrero de 2014

Peregrinaje con techo y suelo VI

 Después del nacimiento de Santiago, en mayo 1º. 
de 1976, mis parientes mayores abren las puertas de su 
casa para Santy y mi persona; para Jairo, una 
oportunidad de trabajo.
Volvemos a casa de mi madre en julio de 1976. 
 Con el niño de año y medio, a finales del año 78, 
nos refugiamos en Usaquén, en la casa de Augusto 
Valenzuela, su propietario, hermano mayor de Hernando. 
Calle 120, 8-46, 1978.
-Necesitábamos vivir el duelo de nuestro hijo Rolando
y dar la mejor atención a Santy.
Los tres, integrados sin compromisos sociales 
o de familia.
Aparentemente estables, compartimos con papá,
sus visitas dominicales, que a esta fecha ignoro porqué, 
resultó ser nuestro visitante por algún tiempo.
Allí tuve la dicha de ver a mis padres almorzar en la misma mesa, 
después de 35 años de separados y no volver a verlos así, 
nunca más.
Linda experiencia de hija, esposa y madre.
Allí nacieron y se bautizaron mis hijas, 1978/1980.
 
Mis adorables gemelas nacen el 14 de septiembre 
de 1979, por obvias razones, cerramos la casa después 
de tres meses de su nacimiento y mi madre nos acoge 
a todos en 1980. Ese mismo año, 
Teresa y su familia nos reciben también.
Por diferentes épocas alternamos la vivienda  
en casa de mi madre o Teresa. 
Por circunstancias de crianza de Susana y atención 
para Sarita, a finales de 1981, propongo a mi amor que 
construyamos casa en la finca y compramos un pequeño 
“chalet” en la Corporación el Minuto. 
Cuota inicial de $100.000, que cubrimos, una parte con la plata, 
venta de un legado ganado de Jairo, un CDT, regalado 
por papá  y el resto financiado a cinco años. 
Nos trasladamos a Subachoque a la finca Raizulí
herencia que mi amor recibió, por parte de su padre 
Don Juan Evangelista Gaitán.
Sendero recorrido por almas fuertes
Con las mejores intenciones y un poco a la fuerza, 
fuimos sus residentes durante diez deliciosos y 
rápidos años transcurridos mientras el crecimiento 
de mis hijos, que se desarrollaron en un ambiente 
sano, 1991.
Fue interesante sentir que la independencia cuesta.
Nos separamos de las dos familias y tuvimos que 
–valernos por sí solos-. Aprendimos a solucionar 
nuestras necesidades, atender responsabilidades, 
ser autónomos y sobre todo, libres.
Mi amor se encargó de arborizar, mejorar los linderos 
y cercas. Gestionar el acueducto veredal y dejar
la instalación de luz eléctrica, para toda la finca Raizulí. 
Fundamos el primer Jardín rural de Colombia, denominado
“la Veredita”, en éste, por tres años, dimos ambiente 
escolar a nuestras pequeñas hijas, Sarita y Susana, 
al lado de los niños de las veredas Tibagota y La Peñuela;
capacitamos, cuatro maestras rurales, las niñas Pulido,
mis amigas y única familia.


sábado, 1 de febrero de 2014

Peregrinaje con techo y suelo V

-Mi planeado viaje al
exterior, se hace realidad, en julio de 1965,
voy a N.Y., de paso, para Danville, Virginia, a casa
de Marina y Víctor Garzón.

Mi madre no quiere vivir más en Fontibón y busca un
apartamento en el colonial barrio de la Candelaria, 
de propiedad de José –Chepe- Baquero, amigo 
de la familia; compartimos, solo unos días, 
antes de que yo viajara.
Aquí también hubo la oportunidad, que yo llamara 
“ganga”,en la posibilidad de tener vivienda propia
Chepe le ofrece a mi madre el apartamento,
con miras a que, más tarde se lo compre.
En septiembre de 1967, mi madre y Derquind viajan, 
para permanecer conmigo más de un año y 
regresan en enero de 1968.
-Después de cuatro años largos, septiembre de 1969. 
Vuelvo a Colombia, por barco, me quedo una semana
en Cartagena, en casa de los Spath, amigos de Blanca, 
quienes me ofrecieron su casa, en su visita a N.Y.
En Bogotá, mi madre reside en Teusaquillo, 
en la calle 35, 16-11.
Aquí reconocí mi familia, que ampliada, 
abrió mi corazón de tía.  
-A principios del siguiente año, por cinco meses, 
soy huésped en casa de los padres de Alicia Peñaloza, 
en Caracas, Venezuela y regreso en mayo, del mismo año.
 De vuelta en Colombia me disponía regresar 
a Nueva York y de ahí a Suiza, cuando conocí a Jairo
dos días antes de volver a los EE.UU., 
el jueves 23 de junio de 1970. 


Realmente no sé cuando nos ennoviamos; 
sé que nos casamos el 14 de agosto de 1970, 
cuya boda la celebró el Padre Teodardo Riegel, 
mi director espiritual, confesor, amigo y maestro. 
La recepción 1971.
El 29 de junio de 1972, tuve la maravillosa 
experiencia de ser madre y creer que no habría 
en el mundo un niño tan hermoso como el mío-.
-Realizada como mujer y esposa vamos a vivir con los
Silva, en la Avenida Boyacá 67 A-36, Urbanización 
La Europa, desde agosto de 1971 hasta finales del 75.
Experiencias profesionales
En la Magdalena, quinta, Patrimonio Nacional, situada 
en la carrera, 18 39A-50, mi madre, permitió que se abriera 
el Jardín Infantil Master Kindergarten, “Master”, 
por el título que dieron a mi hijo Rolando, Brenda y Charles, 
mis amigos de viaje. 1974 y 1977.

En 1975 ocupamos la” trágica casa” 
de Palermo, con miras a ampliar el 
colegio e independizar nuestra 
vivienda. En 1976 vuelvo a la calle 39A.