DIOS ME DIO, NO SOLO LA VIDA…VI
Además del Ángel de la Guarda, Dios me dio otros ángeles
a quienes se pueden llamar también amigos, que me
ayudan y los denominaré "amigos condicionados";
son los que me colaboran y a la vez me compiten;
no me
admiran, ni respetan, sino que en silencio, me envidian.
aquí es donde entra la lealtad.
Ellas son dos...
Algunos ángeles ayudaron
en la madurez de mis actos
laborales y de superación,
los que quizá se convirtieron
en retos, en desafío a mis
límites, justamente ellos,
en la madurez de mis actos
laborales y de superación,
los que quizá se convirtieron
en retos, en desafío a mis
límites, justamente ellos,
siempre están ahí…
Otros, menos ángeles,
son a quienes les soy indiferente
y en apariencia, me acompañan
y aprueban.
son a quienes les soy indiferente
y en apariencia, me acompañan
y aprueban.
Para mis ”verdaderos
ángeles”
jamás paso inadvertida, me
aman sin condición y anhelan
que no llegue
el sufrimiento,
ni el dolor a la ruta de mi andar.
Diferencia entre unos
Los que fingen ser
amigos,
a ver qué me sacan, son los
“lobos con piel de oveja”,
que se acercan
con un fin o
me utilizan, por
supuesto,
-yo siempre quiero ser el fin
y no el medio-…
En este equipo hay, por
lo general, mentira, engaño
y traición.
Los otros amados seres
no son ángeles, no pueden
serlo, ellos fingen amarme,
respetarme, percibo que
no hay verdad…
no son ángeles, no pueden
serlo, ellos fingen amarme,
respetarme, percibo que
no hay verdad…
A los anteriores, “especie de ángeles”
les soy indiferente a ratos. Como que les
cuesta aceptarme y no pueden lograrlo, se
convierten en retos
espirituales.
Los que sin ser
ninguno de los anteriores,
quieren acercarse afectivamente, pero
guardan distancia, por temor o respeto.
Aquellos en quienes despierto
–celos-. Estos seres merecen toda mi
consideración, algo de misericordia
y perdón; ellos sufren, y
mucho,
hasta odiarme.
Unos, a veces logran desequilibrarme,
confundirme, desestabilizarme.
Yo, rápidamente, vuelvo a Dios.
Los que me aman, porque SÍ...
Nadie me ha amado tanto!
Mi madre y mi Jairo. Sobre ellos, DIOS!.
Hay ángeles que me condicionan, los hijos, mis
implacables jueces,
que no sé si me conocen o no, los menos indulgentes, en
ocasiones…
Éstos son los ángeles que
quisiera tener siempre a mi lado,
pues en
mi corazón no crecen.
En San Miguel |
¡Dios
me ha dado un ángel enorme!
El mejor hasta ahora.
¡Mi nieta!
Ella simplemente me ama y aun
el mundo no
ha logrado enturbiar
el aljibe de su amor, ni
empañar el cristal de su respeto.
¡No a la guerra, ni al aborto!
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