La vida ha ido mostrando
a mi EGO que -el amor lleva consigo una
carga-. Es lo que otros llaman condicionamiento, “aguante”, sufrimiento o cruz.
Todo lo he asimilado...
Con el correr de los años, la comunicación o
comunión se fue perdiendo, sin embargo, ahí, está el amor… condicionado,“aguantado”
o sufrido.
Mi cruz fue apareciendo,
engrosando el madero, haciéndolo pesado.
Al presumir qué
era tomé precauciones, hice correctivos, cambié hábitos; ore, hice terapias, me aislé; hablo
lo necesario; ha sido en vano...
Por intuición descubrí que mis presunciones no eran infundadas, esa carga del amor obedece al purgatorio de
mis pasados años, a mis presentes días. ..
Qué es lo triste, si
la tristeza supiera a amor? Que los seres que me han rodeado y yo, hemos sufrido por falta de comunicación, de sinceridad, de
franqueza, de comunión, pues -vistos a
los ojos de los demás-, no sabemos de qué adolecemos.
Silenciar mi voz
por los seres indefensos e inocentes, que tan pequeños, aun no tienen EGO los niños no
entienden qué pasa entre las almas que, amándose se alejan...
Por el ángel de mis horas,
el tesoro de mi alma, el recreo de mi cuerpo, a quien su abuelita solo le huele a abuelita.
En las horas que me
quedan por vivir buscaré el amor en la distancia sin la comunión de la palabra
con los seres a quienes amo y me aman, como dice el Padre Larrañaga,
“con una lengua bruñida por el silencio”.
“con una lengua bruñida por el silencio”.
¡No al aborto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario