Unas estudiantes
preguntaron al P. Gonzalo Gómez:
-"Padre, nos va a dar
rosas?
El padre contestó:
A la mujer no se le
dan rosas, ella es el jardín de la Iglesia".
Sin embargo, exaltó
esta fecha que cumple un siglo.
"Para todos los que estén frente a una mujer hoy, piensen que es
estar frente a una experiencia de lucha".
Concepto personal
La mujer en tiempos
muy pasados no tenía que pedir flores…
Se las obsequiaban en
toda ocasión relevante, familiar y social.
La mujer no tenía que pedir un puesto en el
transporte público, tan pronto subía se levantaban tres o cuatro caballeros a
un tiempo,
para ofrecerlo.
La mujer, corazón de Dios,
elegida para la orientación de los hijos
y con ellos, la familia y la sociedad,
fue escogida por el Señor.
La mujer luchó por la
causa civil, laboral y académica,
todo, todo, lo ha obtenido...
Qué hace con
sus logros?
Confundir la independencia
con el libertinaje, con
la anarquía y el desamor.
Perdió la mujer su estrado y con éste, la humanidad
perdió la familia, la
educación y el NORTE!
A la mujer, por gozar
de grandes dones, facultades y virtudes, se le facilita la reversión de los
valores y convierte la sociedad en algo adverso. Tal es el caso de las mujeres
que se van a la montaña, las que defienden el aborto, las muchísimas mujeres –puente-
para la fragilidad moral y cuyos campos ganados en la academia, lo civil y lo
laboral, alteran el orden en calamidades para los pueblos.
Por supuesto, también al desempeño de las
mujeres que invierten en los campos
sociales, laborales y familiares, se agradece
"Una experiencia de lucha"
Reflexión, clave de paz.
¡No al aborto!
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