martes, 17 de abril de 2012

La gravedad del pecado en la pereza

La pereza se vuelve grave cuando se convierte en hábito profundo. 

“Todo árbol que no produce buenos frutos será arrojado al fuego eterno”, dice el Señor.

La pereza
Considerada como vicio general, opuesto a toda virtud.
Pereza, cierto parentesco con el temor y el miedo.
-La pereza es una “repugnancia  voluntaria y culpable al trabajo;
Es una tendencia a la ociosidad, a la pusilanimidad,
que se opone a la magnanimidad”.
La pereza obedece al capricho del momento y es fuente de omisiones
relativas a un deber; la pereza se frena a la menor dificultad por falta de voluntad e interés. Empuja a la duplicidad y a la mentira, por las excusas a sus omisiones.
La pereza es la mayor causa de pobreza, miseria, mendicidad, delincuencia y facilismo.
La persona que no logra superar este mal hábito, jamás triunfa, no tiene éxito y perjudica a la familia y al entorno. Alimenta de quejumbres su EGO y vive inconforme.
 
Hay gravedad psicológica de la pereza por los efectos que produce en el alma, la pereza engendra la ociosidad y genera negligencia*. 

-Dice san Gregorio: “Cuando se deja de obrar bien se pierde poco a poco el cuidado 
  del pensar bien”.
     
-Cicerón la definía:
“El temor de la 
fatiga".                                                                     

San Juan de Damasceno,
    enumera con el nombre 
    de “segnities”, lentitud, 
    flojedad, apatía.                                                

Santo Tomás la define 
como: "La fuga del obrar
por el temor del mucho trabajo".
                                              
"Todo árbol que no
produce buenos frutos 
será arrojado al fuego 
eterno”, dice el Señor.

          Reflexión:
          Tener cuidado a 
          la -pereza mental-, 
          cual es detener el 
          pensamiento...

No hay comentarios:

Publicar un comentario