Ha pasado a la historia
Después de la II Guerra Mundial, la mujer
tomó un papel protagónico en la sociedad, especialmente en el campo laboral,
con esta posesión llegó al de secretaria empresarial.
Los cargos de secretaria comenzaron a tomar
importancia, así resultó:
la secretaria, secretaria general, secretaria
ejecutiva y la secretaria contable, cuyo cargo iniciaba en la recepción de las compañías.
Fue
tomando nombres y títulos, según la eficiencia en el desarrollo de las
actividades de oficina y preparación académica.
En las empresas oficiales o públicas la secretaria tenía la oportunidad
de hacer -carrera administrativa- a través del desempeño,
y el éxito en la capacitación
interna o externa.
Con el tiempo se vió la necesidad de dar un “título específico” a las
secretarias que se destacaban por su eficiente desempeño.
-Tarjeta Profesional de Secretariado-.
(Ley 9a. de 1984 y Decreto 1293 de 1986)
Fue necesario dar
nivel cultural y “clase o estatus” a
la secretaria,
por ello se le preparó de forma integral, con materias al margen
de la mecanografía y
la taquigrafía.
Se tenía en cuenta la
discreción, porte femenino, decoro, excelentes
modales, elegancia, etiqueta y
protocolo.
Cuando
celebrábamos este fabuloso día, el festejo era por lo alto y grato para las
personitas que detrás del nombre de un jefe y con un escritorio adornado con
porcelanas o flores o algún detalle femenino; también estaba completo
de
documentos y teléfonos, estilógrafos y dos canastas o bandejas
de
correspondencia recibida y por entregar.
Detrás de todos
estos utensilios, los repiques de teléfono y los compromisos
para
atender al público, al unísono de un citófono, a través del cual se escuchaba:
“Sí, doctor…, bueno doctor…,
por
supuesto doctor"…
Todo
lo anterior comprometía la responsabilidad de una secretaría.
Ese
distinguido cargo ha desaparecido, para convertirlo
en el
de “auxiliar” o “asistente”.
al trabajo de oficina.
No faltó el aspecto mundano y la ambición
en otros aspectos y
sucedió lo que ocurre con las actuales modelos
y las personas que
integran la farándula…
Por tanto, para
hacer remembranza y valoración a ese título
de secretaria,
ya ido, dejo constancia de lo que en mi época, tanto de
secretaria, como de profesora de secretariado, era lo que se practicaba por los
años 50s a 2007.
Como no hay casi
–cargos de secretarias-, aprovecho para dejar esta
recomendación para todos los
empleados medios y aprendices actuales,
pues lo anterior es
dedicado a quienes trabajan en oficina.
De alguna forma, todos somos “secretarios
mutuos” y lo que no hemos
aprendido es, a ser leales trabajadores y servidores en equipo.
Carta a un compañero
- Salúdame, es el primer paso cordial.
- Mírame como a otro ser humano.
- Nuestra relación de trabajo requiere comunicación.
- Colabórame, el éxito depende de nosotros.
- El ejemplo es efectivo para exigir.
- Déjame saber tus inconformidades, para cambiar mis actitudes.
- Hazme observaciones, de pronto nos parecemos.
- Compréndeme, yo también fallo.
- Seamos compañeros, aceptémonos con nuestros valores y talentos.
La
empresa nos acepta por nuestro desempeño y calidad humana.
Cuatro personajes
especiales llamados:
Cada
uno -
Alguien
- Cualquiera - Ninguno
Se debía realizar un trabajo muy importante,
y Cada uno estaba seguro que Alguien lo haría.
Cualquiera
pudo haberlo hecho, pero Ninguno lo hizo.
Alguien se disgustó
por eso, ya que el trabajo era de Cada uno.
Conclusión:
Cada uno culpó a Alguien cuando Ninguno hizo lo que Cualquiera
podría
haber hecho. Anónimo.
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