miércoles, 25 de abril de 2012

El día de la Secretaria...


Ha pasado a la historia

Después de la II Guerra Mundial, la mujer tomó un papel protagónico en la sociedad, especialmente en el campo laboral, con esta posesión llegó al de secretaria empresarial.

Los cargos de secretaria comenzaron a tomar importancia, así resultó:
 la secretaria, secretaria general, secretaria ejecutiva y la secretaria contable, cuyo cargo iniciaba en la recepción de las compañías.
 Fue tomando nombres y títulos, según la eficiencia en el desarrollo de las actividades de oficina y preparación académica.

En las empresas oficiales o públicas la secretaria tenía la oportunidad
de hacer -carrera administrativa- a través del desempeño,
 y el éxito en la capacitación interna o externa.

Con el tiempo se vió la necesidad de dar un “título específico” a las
secretarias que se destacaban por su eficiente desempeño.
 -Tarjeta Profesional de Secretariado-. 
(Ley 9a. de 1984 y Decreto 1293 de 1986)

Fue necesario dar nivel cultural y “clase o estatus” a la secretaria, 
por ello se le preparó de forma integral, con materias al margen
de la mecanografía y la taquigrafía.

Se tenía en cuenta la discreción, porte femenino, decoro, excelentes 
modales, elegancia, etiqueta y protocolo.

Cuando celebrábamos este fabuloso día, el festejo era por lo alto y grato para las personitas que detrás del nombre de un jefe y con un escritorio adornado con 
porcelanas o flores o algún detalle femenino; también estaba completo 
de documentos y teléfonos, estilógrafos y dos canastas o bandejas 
de correspondencia recibida y por entregar.

 Detrás de todos estos utensilios, los repiques de teléfono y los compromisos
para atender al público, al unísono de un citófono, a través del cual se escuchaba: 
 “Sí, doctor…, bueno doctor…, 
por supuesto doctor"…
Todo lo anterior comprometía la responsabilidad de una secretaría.

Ese distinguido cargo ha desaparecido, para convertirlo
en el de “auxiliar” o “asistente”.

Por cuatro o cinco décadas, las secretarias fueron damas que dieron realce
al trabajo de oficina. No faltó el aspecto mundano y la ambición
en otros aspectos y sucedió lo que ocurre con las actuales modelos
y las personas que integran la farándula…


Por tanto, para hacer remembranza y valoración a ese título de secretaria,
 ya ido, dejo constancia de lo que en mi época, tanto de secretaria, como de profesora de secretariado, era lo que se practicaba por los años 50s a 2007.

Como no hay casi –cargos de secretarias-, aprovecho para dejar esta 
recomendación para todos los empleados medios y aprendices actuales, 
                                pues lo anterior es dedicado a quienes trabajan en oficina.
De alguna forma, todos somos “secretarios mutuos” y lo que no hemos 
 aprendido es, a ser leales trabajadores y servidores en equipo.

  Carta a un compañero
  • Salúdame, es el primer paso cordial.
  • Mírame como a otro ser humano.
  • Nuestra relación de trabajo requiere comunicación.
  • Colabórame, el éxito depende de nosotros.
  • El ejemplo es efectivo para exigir.
  • Déjame saber tus inconformidades, para cambiar mis actitudes.
  • Hazme observaciones, de pronto nos parecemos.
  • Compréndeme, yo también fallo.
  • Seamos compañeros, aceptémonos con nuestros valores y talentos.
          La empresa nos acepta por nuestro desempeño y calidad humana.
Aun así, para que seamos un equipo te propongo reflexionar el siguiente texto:

Cuatro personajes especiales llamados:

Cada uno  -  Alguien   -  Cualquiera  -   Ninguno
                                
Se debía realizar un trabajo muy importante,
 y Cada uno estaba seguro que Alguien lo haría.

                         Cualquiera pudo haberlo hecho, pero Ninguno lo hizo.

                  Alguien se disgustó por eso, ya que el trabajo era de Cada uno.

Conclusión:
Cada uno culpó a Alguien cuando Ninguno hizo lo que Cualquiera 
podría haber hecho.                                                               Anónimo.

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