viernes, 17 de enero de 2020

Mi Arco Iris II


Gracias amor. 
Gracias por hacerme inútil, femenina y débil,
cuando tus manos nutrían las mías, cuando al tenderlas,
sostenías mi temeroso paso…

Gracias por alimentar con la fortaleza de tu carácter, el mío.

Gracias amor, por todos esos años, que fueron mi alegría,
mi encanto, mi paz y mi armonía.
 
Gracias por conducirme por el sendero más plano…
Por mostrarme en el cielo las nubes cargadas de lluvia;
las lejanas montañas, los renuevos, las flores.

Gracias por regalarme el trinar de las aves, el vuelo de los
copetones y el canto de los lindos y las mirlas.

Gracias por atisbar la nevada para envolverme en ella, celoso
de su blanca frescura.
Gracias por regalarme el aire, la seguridad, la melodía, el cielo…
Gracias por no dejar que el dolor asomara a mi cuerpo…

Gracias por regalarme tu corazón, del dulce néctar del
que se alimentan los colibrís.
Si me hubieras dejado sobre un aterciopelado prado,
no tropezaría mi débil caminar…

Gracias por defenderme SIEMPRE.

Gracias amor…
Aquí quedaré cercada en tu linda sonrisa de ternura sin par.        

jueves, 16 de enero de 2020

Mi Arco Iris


Amor mío, si aun pudieras amarme…
Me hubieras dejado un ambiente más propicio, 
menos árido…

Si aun pudieras verme…
Sabrías que no es un calendario el que avisa a mi aliento 
tu ausencia, es mi alma, que vacía  no te encuentra…

Si pudieras escuchar mis quejidos que huérfanos 
te imploran compañía…
Cuán fácil sería cubrir con mil besos tu esencia.

Si me hubieras dejado arbustos, menos altos, 
sus ramas cobijarían mi frío…

Si aun pudieras abrazar mi frágil cuerpo, 
no temblaría al pensarte…

Si las espinas de las rosas no fueran tan agudas, 
mi piel, yo sanaría con solo verte, una vez más…

Si a quienes me dejaste no ahondaran mis heridas, 
resistiría la pena, que carcome mi corazón desierto….

Si las plantas que salieron de mis anhelados amores 
fueran indulgentes, mi adorado amor, viviría por ellas…

Me quedé sin mirarte, sin verte despegar, 
no supe si hubo una última mirada 
y, si fue para mí…

No, no es el calendario que muestra ese jueves 
que sin verme, te fuiste…

Es mi alma débil, fría, jadeante que camina 
por toda la casa buscando quien la sostenga….

Hace tres meses que partiste. 
Sin huella mi amor por ti, quedó aletargado…

Y, después de buscarte, imposible de verte…
Atino a preguntar a mi alma vacía, que ha quedado sin ti, 
qué fue? 
Realmente te fuiste sin tregua, el indulgente dolor 
te arrebató de mí.

Hasta cuándo?..
Hasta una tarde gris y desolada que me lleve contigo...

Si pudiera pedirte que me lleves, 
mi alma se abandonaría sin pensar nada, 
nada más por amor, al infinito. 

Al sacar este escrito de soledad y hastío, 
de rodillas cayó mi desdichada alma, encontrándose sola 
del tácito inminente adiós de tu destino…