Motivada por el paseo que hicimos con Isabela y
Susana (1)
por la Candelaria en un Tranvía de llantas, dialogamos con uno
de mis
hermanos mayores, quien comentó sus experiencias
sobre Bogotá en la historia del tranvía.
Recopilación
|
Funicular - Transporte, algo masivo |
El primer
transporte masivo fue el tranvía de mulas,
carruaje tirado por bestias,
reemplazado por el tranvía
descubierto, traído por el Alcalde Nemesio Camacho,
de quien tomara
el nombre de “Nemesias”.
Después llegaron
las “Lorenzas”, tranvía cerrado y lujo;
también su nombre obedeció al de la primera dama Doña
Lorencita Villegas de
Santos.
Las “Nemesias y
Lorenzas” despertaron la admiración de
los
citadinos, pues en la oscuridad de la noche
irrumpían con el chorro
de luz que salía del reflector que llevaban al
frente del coche.
Las ventanas estaban
engalanaban con cortinas estampadas
de listas rojas y azules, que los pasajeros
subían y bajaban para
experimentar el resorte con el cual se movían y se
disputaban
las bancas brillantes, taponadas en amarillo, con brazos de metal.
Tanto el conductor, como el cobrador, lucían flamantes
uniformes con botones dorados, que impactaban al mirarlos.
El tranvía abierto,
de franja azul, cubría la ruta de San Cristóbal
a Chapinero; el de franja blanca,
iba del barrio Santander,
por la calle 20 sur, hasta la ciudad Universitaria.
El
tranvía amarillo venía del barrio Ricaurte hasta los
Barrios Unidos, hoy Siete
de Agosto.
Hubo una ruta que venía por la carrera 13 y
subía por la calle 43.
Las rutas se
cubrían rodando por los rieles que atravesaban
la ciudad hasta llegar a la Avenida de Chile con carrera 7ª
(*).
Allí estaba el bar “Tout-va-Bien con cuatro líneas de bolos,
dónde los
bogotanos se distraían.
La velocidad que
desarrollaba el tranvía eléctrico era superior
al de mulas, pues en cinco
minutos recorría 10 cuadras,
mientras el otro gastaba media hora. El recorrido
cubría
vías del centro, el Cementerio Central y Chapinero,
con excelente servicio.
Las tarifas eran
de 3, 5 y 10 centavos por persona,
según el tranvía, lo que hizo una
popularidad de servicio
incluyendo ruanas y canastos.
El “elitismo” se hizo
presente en el tranvía, al frente
llevaba el letrero:
“Servicio Obrero”.
El 9 de abril de 1948, con
el Bogotazo,
desapareció el servicio del tranvía
Anécdota:
A principios del siglo pasado
uno de los tranvías resbaló
sus ruedas sobre los rieles
y acabó en pleno con Chapinero.
Al margen:
Como todos los desmanes que
suceden en nuestra bella ciudad,
la línea férrea del tranvía fue
cubierta con pavimento durante
una de las alcaldías que más
atropelló el transporte masivo.
Visita: susanacantoalavida.com.co