Me encanta creer y tener...
Los
que mi madre me enseñó a conocer fueron los “Reyes de la Esperanza,
con
sus nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar”.
Para mi madre los “Reyes Magos” debieron
ser muy importantes…
A
cada uno de sus hijos menores, le nombró un –mago-,
cuyo
nombre obedecía a mis hermanos mayores.
Blanca
era mi maga; Luis el de Guillermo, Cecilia (q.e.p.d.),
la
maga de Arturo y Daniel el de Teresa.
Furtivamente,
en mis tiempos de infancia y hasta de juventud, ésta
venía
a ser como la fecha en la cual se terminaba la linda época de Navidad.
Quedábamos
algo así como frustrados, llegaran
o
no, los regalos prometidos…
La
historia sobre los tres Reyes Magos fortalecía la FE de nuestros padres,
que
legaban a sus hijos, dándonos a conocer la humildad, a través de estos seres,
que extraños, habían viajado de tan lejos para visitar al
¡Niño de Belén!
¡Niño de Belén!
REY
único y Salvador.
Es
posible que a los niños de hoy, no se les hable de los Reyes Magos,
personajes
relevantes, en la Primera Infancia de Jesús y mucho menos,
les
demos a conocer la importancia que tuvo para ellos, el encuentro
con
el REY de la humanidad.
Sin
embargo, así como la primera semana de Navidad se torna en la
Octava
de Navidad, la segunda, es la de la Esperanza, es decir, que
extendemos
la Navidad hasta que el Niño Dios, es visitado por los reyes.
Tristeza para ARTABÁN*, el IV Rey Mago
que pasó su vida
buscando al Mesías. ¡Esperanza feliz! al
encontrarlo, en la etapa final
de su existencia.
Paradoja:
Lastimosamente,
en los tiempos de la tecnología, los niños no tienen
Niño
Dios o Niño Jesús, sino –papa Noel- Este papa Noel, a
quien
se le cambió su nombre original, del Obispo Santa Claus.
se le cambió su nombre original, del Obispo Santa Claus.
En
el ciclo de la cibernética, no despertamos en los niños la
devoción, los pegamos de los robots y la ficción.
Testimonio:
“Yo
siempre tuve reyes magos…
Tuve ilusiones, sueños y esperanzas”.
Al
ser madre, mis “reyes magos” eran mis hijos.
Hoy,
mis “reyes magos” son Isabela, Susana, Sara y Santiago.
Quienes
nos encontramos pisando el umbral de la vejez, vamos poco
a
poco, convirtiéndonos en una especie de niños y devotos.
Nuestra
familia soporta los caprichos y acompañan,
en
ocasiones, nuestras devociones.
Mi
actual sueño es que mi corazón sea un eterno Pesebre,
para adorar a Jesús todos los días y a cada instante.
para adorar a Jesús todos los días y a cada instante.
¡No al aborto !
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