domingo, 22 de julio de 2018

BARRO SOMOS

"Edificaste una torre para tu huerta florida; 
un lagar para tu vino y, para el vino, una viña.
Y la viña no dio uvas, ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amargos y zumos de amarga tinta.
 
Edificaste una torre, Señor, para tu guarida; 
un huerto de dulces frutos, una noria de aguas limpias, 
un blanco silencio de horas y un verde beso de brisas.
Y esta casa que es tu torre, este mi cuerpo de arcilla,
esta sangre que es tu sangre y esta herida que es tu herida 
te dieron frutos amargos, amargas uvas y espinas.
 
¡Rompe, Señor, tu silencio, rompe tu silencio y grita!
Que mi lagar enrojezca cuando tu planta lo pise, 
y que tu mesa se endulce con el vino de tu viña. Amén."