lunes, 2 de octubre de 2017

LA SONRISA DE UN NIÑO

Anoche, sin saber cómo, 
llegó a mi tableta… 
La misteriosa sonrisa 
de este bebé…Penetró en mi 
ser de mamá, en la vida misma,
ausente y presente.
Si fuese REAL, le colmaría con millones de caricias.
Lastimosamente el tiempo no regresa.
Cuando nos damos cuenta, si nos damos… 
La existencia del peregrinar, ha pasado como hálito, 
que fugaz, nos ha dejado sumidos en un tácito expresar 
de sentimientos frustrados o en el vacío illenable del 
amor sin horizonte…
Hemos quedado sumidos, quizá, en el irreconocible color 
del Arco Iris, que suspendido en el cielo, solo es divisado 
por el alma que lo sueña.
Está en el dulcísimo aroma de las nacientes flores 
y en el arbusto del “Caballero de la noche”, 
que sin percatarse siquiera, perfuma desde el ocaso, 
hasta la alborada.
Esta linda sonrisa 
de arribo misterioso, 
me ha hecho reír y llorar…
gozar y sufrir… 
Despertar y soñar.
Ha confundido mis desvelos, 
la necesidad de amar. 
Me ha alimentado de sanas 
intenciones y me ha hecho 
hablar y ESCRIBIR…